Vi en el espejo que el pinchazo de la jeringa se notaba en mi
cuello por lo cual ate en torno a el una pa�oleta que por gracia de Dios hab�a
tra�do (muchas veces siento fri� en el cuello o que esta demasiado expuesto, por
lo que suelo llevar estas prendas), luego sal� al sal�n con la esperanza de
poder seguir a mi patrona a donde quiera que hubiera ido. Todo el d�a hab�a
sentido una especie de hormigueo ansioso entre mis nalgas por la promesa de ser
analmente penetrada y no iba a rendirme tan r�pidamente.

El sal�n estaba atestado de gente bebiendo. Mucha gente me
dirigi� miradas de inter�s, miradas de simpat�a algunas, miradas de ardiente
lascivia otras. Mientras caminaba entre aquella multitud y conocedora de mi
encanto, no dude en coquetear un poco con todos, especialmente con las chicas.
No es que los hombres hubieran dejado de gustarme, pero prefer�a mucho mas la
ternura y suavidad, los placeres y sensaciones que las mujeres pod�amos
provocarnos entre nosotras con habilidades que iban desde la conversaci�n en
tonos melodiosos al salvaje y repetitivo roce de un cuerpo femenino contra otro.

Pero mi amor era para mi Patrona. Mi elegante y bella Se�ora
a la que vi junto a una barra hablando con una mujer a la que yo hab�a ya antes
visto.: Celia, la hermosa y gatuna millonaria que tanto hab�a capturado mi
atenci�n d�as atr�s con sus movimientos gr�ciles y sus senos firmes.

Celia sosten�a la copa y beb�a de aquel licor que no dude
estuviese preparado de jugos vaginales y que mi ama hab�a mezclado con mi
sangre.

Cuando mi se�ora Nilda me vio, me indico que me acercara. Me
tomo de la mano mientras sonre�a. Beso c�lidamente mi mejilla y luego mientras
frente a toda la gente acariciaba una de mis nalgas con su mano, le dec�a a
Celia:

Celia me miro con ojos cargados de lujuria. Bebi� un trago
mas de aquella bebida que yo tem�a acabe y les deje con sed de mas. Luego con un
dedo se acaricio muy despacio la parte superior de los senos mientras me miraba
sin parpadear y dec�a sonriendo:

-Ya la he visto. Es un verdadero �ngel.

Yo le sonre� y mi Se�ora agrego:

-Tiene mucha autentica gracia, posa muy bien para las fotos
y....(Bajo la voz y dijo en tono confidente)....tiene un culo verdaderamente
rico.....

Yo me sonroje pero la Se�ora que por lo visto estaba mas
ebria de lo que parec�a, continuo:

-Cuando la pruebes veras que podemos entender a las leonas,
que se comen a sus presas empezando por el ano.....Esta chica, mi preciosa
Jazm�n (y acaricio muy delicadamente mis labios con un dedo) ....me hace desear
ser una anaconda para poder tragarla entera, desde sus partes intimas a todo su
cuerpo y sentir esa piel, ese aroma y esos movimientos de bailarina encerrados
en mis tripas y pasando lentamente a ser parte de mi.

Entonces record� los poemas que recib�a todas las ma�anas. Me
di cuenta que morbosa o no, esta Dominante Mujer tenia una fuerte tendencia a la
poes�a.

Entonces Celia termino la copa, miro alrededor y dijo que el
licor hab�a acabado. Que, que tal si probaban un poco de mi ahora mismo.

En forma inmediata nos dirigimos las tres al despacho del que
acababa de salir. Esta vez La Se�ora puso llave a la puerta. Vi que Celia tenia
llave de la gaveta y quitaba aquella botella de licor mientras la Se�ora Nilda
extra�a una nueva jeringa de un caj�n del escritorio.

Realmente tembl� y desee estuviesen ya lo suficientemente
borrachas como para no desear mucho mas de aquel espantoso brebaje.

La Se�ora Nilda se recost� en el escritorio y me atrajo hacia
ella. Sent� el perfume de su cabello y cuello, el olor de su elegante ropa. Eso
basto para que me sienta feliz y me acomode de espaldas a ella que rodeo mi
cintura con un brazo y con el otro empez� a acariciar despacio mis hombros, mis
senos, mi cuello, mis labios, mi cabello.

Hablaba con suavidad a mi o�do y alternativamente besaba mi
cuello y mis orejas. Describ�a para Celia lo rico que era comer mi concha y lo
entregada que estaba yo a ella.

Enseguida y ante los resultados, note que aquella caricias,
aquella voz suave en mis o�dos, su aliento y su calor me estaban una vez mas
hipnotizando. Pod�a ser que aquellas descripciones estuviesen dirigidas a Celia,
pero era a mi a quien le inculcaban instrucciones.

Una vez mas me sent�a su bebita peque�a y que ella era la
madrecita que cuidar�a de mi y me alimentar�a.

Celia hab�a servido una copa de la bebida. La Se�ora me
comento entonces que para eso quer�a mis panties usadas, que ellas mezcladas con
verdadero jugo vaginal, serian usadas como ingredientes para preparar aquel
licor, porque de casi todo es factible hacer licores y perfumes, inclusive de
las partes privadas de las chicas.

Luego meti� su mano bajo mi falda, por debajo de mi ropa
intima y quito el chupete de mi concha......... El roce me produjo una oleada de
placer........... Luego me dijo que aquel chupete era para otra cosa pero que lo
pruebe un poco.

El chupete se hab�a hinchado levemente. Su material de alguna
forma absorb�a fluido. Abr� mi boca y deje que lo meta en ella. Lo chupe como
una infante. Era salado, marino, un indudable sabor a hembra, mi propio sabor a
hembra en celo.

Entonces sent� el pinchazo de la aguja en mi cuello una vez
mas. Me queje del dolor y La Se�ora sin dejar de abrazarme me beso la mejilla y
me dijo que ya pasar�a enseguida, que yo era su criaturita e iba a estar muy
bien.

Celia miraba con ojos tan fogosos que si bien me excitaba no
pod�a dejar de asustarme. Cuando la jeringa contuvo suficiente sangre la tomo de
las manos de la Se�ora Nilda y procedi� a descargar su contenido en la copa para
mezclarlo con aquel licor.

Ahora la Se�ora emit�a gemiditos y alababa mis senos
habl�ndome muy suave en el o�do. Meti� lentamente sus manos desde los lados a mi
escote para posar sus caricias directamente en la piel de mis pechos cuyos
erectos pezones sent�a llenos de electricidad.

Yo tenia mis ojos cerrados, me rozaba contra mi amada y
ronroneaba como gatita mientras succionaba el obsceno chupete.

-Recuerdas que nunca mamaste cuando Bebe �empez� a decirme en
alusi�n a una memoria falsa que ella hab�a gravado en mi-....recuerdas como
nunca pudiste mamar y la frustraci�n que eso causaba en ti.....�Y recuerdas
porque era eso?.....

Yo traje aquella imagen desde el fondo de mi cerebro....Si
....recordaba porque era.....mi madre tenia por amante a la sirvienta de quince
a�os de la casa.....aparentemente me negaba la leche a mi para dar de mamar por
las noches a aquella morenita...

-�Y recuerdas si alguna vez pudiste probar un seno femenino?

Tambi�n record� que una vez cuando aquella sirvienta estaba
poni�ndome los zapatitos percib� sus senos y pezones cerca de mi cara por lo
abierto del escote del vestido y que en mi inocencia no dude en rodear sus
pezones con mis labios y succionar con fuerza. La morena me aparto al instante y
me dijo que yo era una bebe ya grande para mamar ,pero yo aun a mis cortos a�os
pens� que ella era aun mucho mayor que yo y sin embargo lo segu�a haciendo, y
adem�s, robando la leche que deb�a ser m�a.

-Es incre�ble todo lo que recuerdas de tus primeros a�os
�segu�a hablando la se�ora mientras Celia beb�a, miraba y pasaba despacio la
punta de sus dedos en torno a sus senos -......pero tambi�n debes recordar quien
era esa sirvienta quincea�era tan bella....

Yo me extra�e y abr� mis ojos para interrogarla con la
mirada. En el espejo pude notar que me ve�a grotescamente tierna con aquel
chupete en mi boca y acunada contra mi patrona.

Ella se ri� y me dijo:

-Mi putita tonta....... Esa Sirvienta era yo.

Me quede en shock. Una vez mas en el d�a.

Pero me di cuenta que era cierto.

Ahora estaba mas madura. Se hab�a vuelto una mujer elegante y
sofisticada. Pero era ella. Ella era la morena de rulos que hab�a estado
compartiendo su cama con mi madre.

-Yo me acuerdo muy bien de vos mi bebita �me sigui�
diciendo-......siempre te quise mucho y me doli� cuando descubriste que tu madre
prefer�a dar sus tetas para que yo chupe que alimentar a su propia hija.....pero
yo tambi�n viv�a ardiendo de deseo y tenia una obsesi�n enferma con mamar de una
mujer........tu madre hab�a descubierto eso y me propuso un trato........ella me
amamantar�a por las noches si yo le dejaba comer mi concha de
adolescente.........Yo lo acepte y beb�a de sus pezones y llenaba mi panza con
su leche casi todas las noches, inclusive me ba�aba en aquella leche y era tanta
la calentura que me provocaba aquello que apenas tu madre posaba su lengua entre
mis piernas los orgasmos se empezaban a suceder sin interrupci�n.

Yo estaba fr�a, en realidad golpeada ante aquella revelaci�n.
Pero ella no quer�a detenerse.

-Pero ahora que te he encontrado te lo quiero
compensar......me he inyectado prolactina para dar leche....y quiero darte de
mamar.......quiero llenar tu pancita y alimentarte para que seas sana y fuerte.

Dicho esto me hizo sentar en el escritorio y quito el chupete
de mi boca. Luego, sin dejar de mirar con ternura directo a mis ojos, se abri�
el escote del vestido y bajo un lado de su sost�n para dejar al descubierto la
teta mas hermosa que ha existido nunca. Yo la miraba con la boca abierta del
asombro y los ojos saltones de la ansiedad.....Si, si que quer�a probar
aquello.....me hizo acostar en el escritorio y luego ella se tendi� a mi
lado....pude notar que Celia re�a y conten�a su risa con una mano mientras
sosten�a su copa....pero a pesar de que sent�a mucha verg�enza no me importo, lo
que estaba por suceder realmente me importaba mucho mas......La Se�ora Nilda
abrazo tiernamente mi cabeza con un brazo mientras con la otra mano tomaba su
teta y me la acercaba a los labios.....

Succione con fuerza.

Dios.

De verdad tenia leche.

Y era deliciosa.

Sent� que oleadas de fluido manaban de mi concha. Mis piernas
y brazos perdieron toda su fuerza y mi coraz�n lati� con tanto �mpetu que pens�
que saltar�a de mi pecho. Y all� estaba yo mamando. Diecinueve a�os tarde, pero
estaba mamando. De alguna forma aquella Morena me estaba devolviendo la leche
que me hab�a robado.

Sent�a al liquido de mi diosa bajar por mi garganta y llenar
mi barriga. Sent�a los latidos de su coraz�n contra mi boca. Su perfume en mis
narices, su aliento sobre mi piel......me acurruque contra ella y en un acto
totalmente reflejo puse mi mano sobre mi concha y la empec� a frotar con firmeza
mientras gem�a despacio y succionaba, tragaba, chupaba, gem�a, respiraba, ol�a y
chupaba.

Y me mor�a de verg�enza.

Celia se re�a ya a carcajadas pero no me importaba en lo mas
m�nimo. Ni siquiera me importaron cuando vi que se dirig�a a la gaveta y quitaba
una peque�a filmadora digital con la que empez� a grabar mi mon�tono y
repetitivo acto.

Pero yo no pare de succionar. Es que es indescriptible el
placer, la alegr�a que me llenaban al sentir mis labios estrecharse contra esos
pezones y extraer alimento de ellos. De todos modos la Se�ora se estaba bebiendo
mi sangre, �Porque no iba yo a beber su leche?.

Pero aquello no duro demasiado.

Celia tras un momento dejo la filmadora, bajo la copa y se
acerco a mi Se�ora a la que empez� a besar apasionadamente en los labios.

Mi patrona entonces me empujo con tanta fuerza que rod� y ca�
del escritorio. Para cuando me incorpore las vi abrazadas y bes�ndose con
pasi�n.

-�Vete afuera y espera mis ordenes! � me dijo Mi Se�ora con
brusquedad y as� lo hice mientras sub�a la pa�oleta para que no se notaren las
heridas en mi cuello-.

Tuve que dejar la puerta sin llavear y volver desorientada a
aquel sal�n lleno de gente.

Estoy segura que mi expresi�n de confusi�n deb�a haber
llamado la atenci�n de gente mas sobria, pero en aquel mar de ebrios solo recib�
nuevas miradas aun mas cargadas de deseo.....empec� a sentirme
desolada......aquello aparentaba ser una gala con lo mejor de nuestra sociedad y
en la practica era una sala del infierno, llena de demonios
vampiros.....�Cu�ntas de las chicas que est�bamos all� o cuales de los muchachos
no eran mas que juguetes de aquellas p�rfidas bestias?.

Deseaba tener un orgasmo. Hab�a pasado varios d�as ardiendo
de deseo y de alguna manera me merec�a el placer. Aquel sal�n estaba lleno de
chicas de las cuales mas de una me tentaba, tenia a Romina en la cajuela del
auto y el enorme travest� mulato a mi disposici�n durante la noche.....verdad
que aun manten�a la ilusi�n de que mi Se�ora cumpla su promesa y abuse de mi
aquella noche, pero los celos de verla con otra mujer sin darme participaci�n
hicieron nacer en mi una cierta furia vengativa cuya intenci�n final no era sino
brindar una excusa a mi promiscuidad.

En eso y desde cierta distancia note que mi Se�ora y Celia
sal�an del despacho y tomadas de la mano atravesaban la masa de gente para salir
del sal�n. Quise seguirlas pero en ese momento son� mi celular y dado que solo
pod�a ser Mi Patrona, me detuve para responderle.

-Yo ahora me voy �dijo para desesperaci�n m�a La Se�ora-,
dentro de un rato puedes hacer lo que quieras....

Yo empec� a balbucear pero ella me corto con un tono
fuertemente imperativo:

-�Escucha Puta!, Tienes un auto, un enorme consolador en la
cartera, una chofer que esta muy buena, una esclava en la cajuela y much�simo
dinero que te he estado dando.....si lo deseas puedes ir con todo eso a hacer la
org�a lesbica mas grande del siglo en el prostibulo mas caro de la Ciudad. As�
que �C�llate! y....y...y .! Meate!...

Entonces corto.

Mi cuerpo, programado para obedecer incondicionalmente a sus
palabras, hizo exactamente lo que ella dijo. Al instante sent� mi vejiga
aflojarse y el liquido caliente empapar mis bragas y chorrear por mis muslos
camino al suelo mientras manchaba mi vestido y me llenaba de verg�enza frente a
toda la gente.

Se me fue toda la temperatura del rostro, arrugue mi cara y
sent� como el llanto surg�a fuerte e involuntario.

Me quer�a morir.

Cre� que me desmayar�a pero de alguna forma entre mis
sollozos desesperados y con mis ropas mojadas sal� del charco que provoque
haciendo frente a los crecientes murmullos y pidiendo a gritos lastimeros
disculpas a todos mientras exclamaba que estaba enferma y que me disculpen.

Dios. Es la verg�enza mas grande que padec� en mi vida pero
de alguna forma nadie mas lo comento despu�s de aquella noche.

Corr� al tocador donde varias Se�oras me preguntaron con pena
si estaba bien. No abr� mis ojos para comprobar si me miraban con asco o con
verdadera compasi�n. Mi verg�enza y sensaci�n de suciedad eran demasiado
intensas como para querer saber nada mas del mundo real.

La chofer mulata entro a aquel tocador con una caja. La caja
conten�a otro vestido, una muda de ropa interior y toallas......se�al de que de
alguna forma hacer que me mease frente a todo el mundo ya era un numero planeado
en el espect�culo de la noche.

Entre a un cub�culo donde hab�a ducha y aun llorando empec� a
lavarme. Antes de terminar apague la ducha y permaneciendo desnuda hice que la
chofer penetrase conmigo a aquel cub�culo.

La Se�ora dijo que pod�a hacer lo que quisiera, y lo que
quer�a era tener un orgasmo.

As� que aun desnuda tome a la chofer con mis manos y le
plante un ardiente beso en los labios.

La mulata se sorprendi�. Su piel era suave pero algo
diferente a lo que esperaba yo de una mujer. Su olor me resultaba ex�tico pero
agradable. Finalmente cuando me respondi� al beso y empez� a abrazarme tuve la
completa seguridad de que ella era en realidad un hombre.

Nos besamos en silencio para que nadie sospeche lo que
hac�amos y luego yo ansiosa abr� su uniforme y desprend� su camisa.....tenia
senos si, muy bellos senos que empec� a acariciar temblando. La emoci�n, la
expectativa y el ardor acumulado hac�an que en mi concha se empezase a decantar
una maravillosa y demorada sensaci�n de placer...tome la mano del travest� y la
apret� contra mi vagina.....luego coloque su otra mano entre mis nalgas y le
dije que me sobara el culo y mi raja h�meda....

Lo empez� a hacer con mucha suavidad. Su mano era fuerte y
dura pero pose�a una indudable practica en el arte de masturbar mujeres.

Yo empec� a besar su pecho, su senos y a lamer el sudor que
tenue afloraba en su oscura piel. Fui descendiendo hasta el pantal�n, lo
desprend� y baje aquella prenda al mismo tiempo que su ropa interior.

Afuera escuchaba los movimientos de mujeres que entraban y
conversaban en aquel tocador, ajenas al experimento sexual que yo llevaba a cabo
con aquel travest� a escasos cent�metros de su banal charla.

Porque la mulata, tal como yo lo supuse, tenia un erecto y
enorme pene oscuro que a cent�metros de mi nariz desafiaba al mundo como la
espada ardiente de un serafin.

Se me hizo agua la boca pero mis m�rbidos deseos pretend�an
otra cosa mas.

Las partes intimas de aquel engendro ol�an realmente
apetitoso. Era a pesar de la naturaleza un aroma distinto al de verdaderos
hombres y autenticas mujeres, creo que era el legitimo perfume de la
depravaci�n.

Pero por ello mismo yo quer�a de el, ella, otra cosa. As� que
le gire despacio y vi su enorme y firme culo contra mi cara y su carita morena
contra la pared. El ser me miraba con curiosidad con aquellos ojos miel mientras
yo empezaba a lamer la parte baja de su espalda y descend�a a leng�etazos cortos
mi boca por entre sus nalgas. Pronto mientras nos mir�bamos la cara de placer
que puso le hizo entrecerrar sus ojos y abrir la boca. Gracias a Dios no emit�a
ruido alguno porque yo no quer�a ser descubierta en aquel lugar haciendo ninguna
cosa.

Nunca en mi vida yo me hab�a comido un culo, y me pareci�
extraordinaria la idea de que el primero que pruebe sea el de un travestido.

Y fue un manjar. Me sent� realmente dichosa al contacto de
las membranas de su ano contra mis labios y mi lengua, al verme con el rostro
hundido entre sus nalgas que se balanceaban despacio, y al respirar su
embriagador y exquisito aroma. Tome con una de mis manos sus pene y lo empec� a
masajear mientras le chupaba el culo....... El travest� se mov�a con deleite y
desde mi vagina empezaban a crecer las sensaciones cautivantes de un orgasmo
cuyos espasmos previos me estremec�an al punto de que dudaba que pudiese
soportar el cl�max final.

Yo estaba desnuda y las ropas del travest� todas abiertas
estaban en torno a el.

El solo pensar como se ver�a aquello me estaba por llevar a
la locura.

Pero como mi destino parec�a ser la frustraci�n, el celular
del travest� son� con el aviso de que hab�a llegado un mensaje. Mientras el me
apartaba, lo le�a y lo respond�a, yo quite el consolador de la cartera y sin
ning�n pre�mbulo lo introduje en mi concha hambrienta.

Je, je. El orgasmo fui autom�tico........y maravilloso.

No lo describir�. Fue tan intenso, tan bello y duro tanto
tiempo que quiero guardar su recuerdo para mi sola.....me dejo sentada largo
rato en el suelo con mis piernas abiertas y mis manos sobre mi sexo o dando mis
dedos a que mi boca chupe para evitar que surgiesen de ella gritos de gusto.

El travest� me dejo hacer y tras un rato al ver que yo me
estaba adormilando me indico que me vistiese y as� lo hizo el mismo.

Mis ropas anteriores fueron arrojadas a un tacho de basura y
yo ya engalanada una vez mas, sal� de aquel tocador para dirigirme directo al
estacionamiento.....no iba a extra�ar aquel lugar siquiera un poco......

Llegue junto al auto y quise comprobar que Romina aun
estuviese viva. Abr� la cajuela y ella me saludo con cordialidad. La hice bajar
de all� y le bese muy tiernamente los labios. Estaba sudada pero su aliento y su
sudor sab�an realmente bien, me di cuenta que jam�s el travest� podr�a
satisfacerme como ella.

Le quite la correa de dominaci�n que llevaba y abraz�ndola le
dije que la hab�a extra�ado.

-Yo tambi�n quer�a volver a verte �me dijo ella emocionada y
respirando r�pido,..... y luego mir�ndome con amor agrego: - �Has estado
recibiendo mis flores, Verdad?

Yo quede boquiabierta y solo atine a exclamar un sorprendido
�Qu�?.

-Te estuve enviando flores todos los d�as �me dijo-.....y
poemas que yo misma te escrib�.......al d�a siguiente de estar contigo te envi�
una canasta de desayuno......

Lo �nico, lo mejor que atine a hacer fue abrazarla aun con
mas fuerza y estampar mis labios contra los suyos.